Por Miguel Angel Sandoval
Si algo tienen en común un francés y un brasileño, estrellas o ídolos del futbol en dos momentos históricos distintos, es que siendo futbolistas supieron actuar como ciudadanos. Es el caso de Mbappe que ahora ante la remontada de la derecha fascista en Francia, llama a votar en contra de la misma pues eso pone en riesgo la democracia en ese país. Y no es nada casual que se pronuncie en contra de la derecha, pues todo mundo sabe que se trata de una fuerza política racista, es el supremacismo blanco de los franceses que ahora se expresa vía Le Pen.
Por el otro lado, Sócrates brasileño y seleccionado de su país, supo en los años 80, cuando en Brasil se vivía una dictadura militar, convertirse desde el campo de fut, en un activista por la democracia. Y para ello, inauguro lo que llamo la democracia corintiana, pues como jugador en la liga brasileña, formaba parte del Corintians uno de los equipos con más seguidores. Esa democracia buscaba que los jugadores tuvieran opinión y dijeran lo que pensaban de las decisiones de los entrenadores, de las autoridades deportivas. Democracia Ya era la palabra de orden.
En esos días multiplicó los llamados a lo que se denominó Directas ya, o sea elecciones generales, democráticas, sin control militar, con lo cual se expuso a ser encarcelado, a ser excluido de la selección, pero Sócrates insistió y con ello se convirtió en un icono nacional. Y ahora, estoy seguro, que Mbappe es igualmente un icono mundial por su calidad futbolística pero también por su actitud ciudadana. Mbappe como Sócrates, entendieron que la vida estaba más allá del balón y los goles. Era parte de la vida que debía ser mejor para todos, y en democracia.