Las medidas que serán anunciadas este 2 de abril, prometiendo reducir la dependencia de productos extranjeros y reindustrializar la economía estadounidense, lejos de generar consensos, han provocado preocupación en mercados internacionales y en países exportadores.
Por Prensa Comunitaria
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el 2 de abril implementará una serie de nuevos aranceles como parte de su estrategia económica denominada “Día de la Liberación”, para intentar reducir la dependencia de productos extranjeros y fomentar la producción nacional; sin embargo, el anuncio ha generado preocupación tanto a nivel interno como internacional.
“Seremos muy benévolos en comparación con lo que otros países hacen”, dijo Trump a la prensa en el despacho Oval de la Casa Blanca, después de argumentar que se pretende ser recíprocos con países que mantienen barreras comerciales contra los productos y servicios estadounidenses, pero aclaró que los aranceles serán menores a los que algunos de esas naciones imponen a los productos norteamericanos.
A pesar de que el 30 de marzo, Japón, Corea del Sur y China anunciaron planes para fortalecer su cooperación en favor del libre comercio asiático, como respuesta a las medidas arancelarias de Estados Unidos, el mandatario dijo que no le preocupa que estas nuevas medidas acerquen más a algunos de sus aliados estadounidenses con China.
¿Qué se espera?
Aunque todavía no hay un panorama completo sobre las medidas económicas que adoptará el gobierno de Trump, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, presentará hoy al presidente un informe detallando las barreras comerciales y fiscales —como el IVA europeo— que otras naciones imponen a los productos estadounidenses, por lo que en Washington se habla de aranceles para la Unión Europea.
Asimismo, se tiene previsto que mañana entren en vigor los aranceles para la importación de vehículos, lo cual podría afectar en gran medida los precios de los automóviles en Estados Unidos porque muchas de las empresas dependen del suministro de partes automotrices fabricadas fuera de este país.
Hace más de un mes, cuando Trump comenzó a anunciar este tipo de medidas, representantes del sector automotriz y los mandatarios de varios países se manifestaron en contra, por lo cual acordó que México y Canadá estarían exentos de los aranceles del 25 por ciento que pretendía cobrar.
Además, se podrían incluir aranceles adicionales a países específicos como China, México y Canadá, en respuesta a prácticas comerciales que la administración considera desleales.
¿A quiénes podrían afectar?
El impacto de estas medidas podría ser amplio, ya que afectaría a los consumidores estadounidenses porque repercutiría en los precios de productos importados, que van desde vehículos hasta bienes de consumo diario, lo que podría incrementar el costo de vida.
También podría afectar a las empresas que dependen de piezas o vehículos fabricados en el extranjero porque se incrementarán los costos, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores y posibles reducciones en las ventas.
Guatemala no estaría exenta del impacto de las medidas comerciales, ya que el sector agrícola guatemalteco es particularmente vulnerable, ya que productos como café, banano, azúcar y vegetales frescos representan una parte sustancial de las exportaciones hacia Estados Unidos y la imposición de nuevos aranceles podría encarecer estos productos en el mercado norteamericano, reduciendo su competitividad y afectando negativamente a los productores guatemaltecos.
El impacto también alcanzaría a países exportadores como México y Canadá, que son los principales socios comerciales de Estados Unidos y podrían ver reducidas sus exportaciones por las nuevas barreras arancelarias, afectando sus economías locales.
La incertidumbre generada por estas políticas ha provocado caídas en las bolsas de valores, reflejando la preocupación de los inversores sobre una posible desaceleración económica global, lo cual podría ser otro golpe para los mercados financieros.
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Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha expresado su preocupación. En la Unión Europea, líderes han advertido sobre una posible guerra comercial y evaluan medidas de represalia para proteger sus economías.
Asimismo, el gigante asiático, China, ha manifestado su desacuerdo con las medidas y podría implementar aranceles en respuesta, afectando a sectores clave de la economía estadounidense.
México y Canadá están considerando acciones legales y económicas para contrarrestar el impacto de los nuevos aranceles, buscando proteger sus intereses comerciales.
¿Qué sigue?
El anuncio oficial de estas medidas está programado para el 2 de abril, fecha que la administración ha denominado “Día de la Liberación”. Se espera que el presidente Trump detalle cómo estas políticas contribuirán a fortalecer la economía estadounidense y reducir la dependencia de importaciones. Sin embargo, existe un riesgo de la escalada en las tensiones comerciales que podría tener consecuencias negativas para la economía global, afectando el crecimiento y la estabilidad de los mercados.
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